Cervantes no fue ajeno a la efervescencia de la juventud, se reconocía algo díscolo cuando decía que se le iban los ojos detrás de la farándula y quizás eso fue lo que provocó su repentino viaje a Italia.

Una providencia del rey Felipe II, con fecha del 15 de septiembre de 1569, rezaba así: Para que vn alguaçil vaya a prender a miguel de Çeruantes.–Sin derechos de officio.–Secretario Pradeda. Crimen. La misiva iba dirigida al alguacil mayor de Sevilla Juan de Medina e informaba a la justicia de que se a proçedido y proçedio en Rebeldia contra vn myguel de çerbantes, absente» ¿La razón? Aber dado çiertas heridas en esta corte A antoniode Sigura.

«Sepades que por los alcaldes de nuestra casa y corte se a proçedido y proçedio en Rebeldia contra vn myguel de çerbantes, absente, sobre Razon de aber dado çiertas heridas en esta corte A antoniode Sigura, andante en esta corte». (Providencia de Felipe II para que un alguacil vaya a prender a Miguel de Cervantes ).

Posiblemente se tratara de un duelo o leve enfrentamiento en las cercanías de la corte real, alrededor de la cual estaba prohibido portar arma alguna. El pícaro Cervantes habría salido victorioso del entuerto y convino que sería oportuno tomar las de Villadiego. Eso no impidió que la justicia hiciera su labor y dictara sentencia contra el prófugo. Se le condenó a que con berguença publica le fuese cortada la mano derecha y en destierro de nuestros Reynos por tiempo de diez años y en otras penas contenydas en la dicha sentencia.

«Luego que os fuere entregada con bara de la nuestra Justiçia, bays a la dicha cibdad de Sebilla y a todas las otras partes […] que fuere neçesario, y prendays el cuerpo del dicho myguel de çerbantes, y preso con los bienes que tubiere y a buen Recabdo»

La orden traspasó la jurisdicción sevillana y se extendió a todo el reino, razón de sobra para que Cervantes pusiese rumbo a Barcelona -ciudad y puerto que describe con sorprendente perfección en El Quijote– u otra ciudad portuaria similar con vistas al Mediterráneo y se embarcase con destino a Italia. Para diciembre de 1569 el Príncipe de los Ingenios dormía a pierna suelta en la Ciudad Eterna.


Bibliografía:

Agustín Ramón Rodríguez González. Miguel de Cervantes (1547-1616) Revista General de Marina.

Luis M. Morente. La vida de Miguel de Cervantes

Providencia de Felipe II «para que un alguacil vaya a prender a Miguel de Cervantes». Valladolid, Archivo General de Simancas.

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