Manuel Chaves Nogales, la visión de «un pequeño burgués» de la URSS de Stalin
En agosto de 1928, el insigne periodista sevillano Manuel Chaves Nogales se embarcó en un
En agosto de 1928, el insigne periodista sevillano Manuel Chaves Nogales se embarcó en un
La madrugada del 17 de julio de 1918 un pelotón de bolcheviques irrumpió en Ipátiev para liquidar a los Romanov. Yurovsky, el cabecilla, relata su versión.
Una tarde de principios de agosto, aprovechando el permiso que habían recibido, el pelotón decidió »dar una vuelta» por Grafenwöhr, el pueblo que lindaba con el campamento donde estaban acuartelados los españoles. La opción de irse de putas había quedado descartada.
Nadie está preparado para la guerra, para despojar a una persona de todo cuanto fue, es o hubiese sido. Aquello le pesaba a Fernando. Su primer muerto.
Se adentraron en el bosque cual lobo que persigue a su presa, agachados, tratando de no hacer mucho ruido, avanzando pino a pino, buscando cobertura y parapeto constante.
Una voz joven destensó la situación. Era Fernandito Bigotes, natural de Salamanca, decía tener 20 años, pero todos sabían que era mentira, que aún no había cumplido siquiera los 18.
«¿De verdad quieres quedarte ahí?» Oyó a lo lejos. Apretó los ojos y aclaró la vista. Era Miguel. Tenía una brecha en la frente y la sangre le cubría casi toda la cara. Cesó el pitido, volvía a oír con claridad. Disparos, gritos y explosiones fueron los primeros sonidos que escuchó.
-Dame lumbre Miguel. -Joder Trujillo, ¿no te cansas de pedir? -¿Ni tú de quejarte? Venga
«Vive L’Empereur!». La tranquilidad de la noche reventó en aquel instante, miles de antorchas prendieron