Allá por 1613 recaló en París un zaragozano llamado Carlos García. De dudoso origen y oscuro pasado, se cuenta que el maño era un apasionado de las letras y que ejercía la medicina sin título, motivo por el cual pudo verse obligado a emigrar. Otros añaden a su biografía diversos méritos que promocionaron para su exilio: sodomita, ex presidiario, intrigante, plumífero, charlatán, borracho, ateo y sensacionalista. Su fama tampoco mejoró mucho en la tierra de los Capetos, donde fue expulsado de casi todos los barrios de París por mal inquilino, moroso pagador, golfo, bebedor, cercano al círculo de brujería.

A pesar de este currículum, Carlos García legó a la Historia una magnífica obra escrita cargada de tintes humanísticos y racionalistas. Entre sus obras se destaca La oposición y conjunción de las dos grandes luminares de la tierra o de la antipatía natural de franceses y españoles, en la cual establece un comparación entre hispanos y galos. Emilio Temprano, discípulo de Julio Caro Baroja, dibujó una tabla comparativa en base a la obra de Carlos García.

Bibliografía:

La Leyenda Negra. Historia y opinión. Ricardo García Cárcel.

La caverna racial europea. Emilio Temprano.

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